La Liga de Actividades de las Escuelas Católicas es parte de las actividades cocurriculares disponibles para los estudiantes de 5.º a 8.º grado inscritos a tiempo completo en las escuelas católicas de la arquidiócesis de Denver. Las actividades cocurriculares incluyen el decatlón académico, atletismo, ortografía, oratoria y la feria de arte.

Filosofía

La Liga de Actividades de las Escuelas Católicas (CSAL, por sus siglas en inglés) está diseñada para contribuir a la misión de las escuelas católicas y a la salud, el bienestar, el civismo y el desarrollo del carácter de los jóvenes de la liga. Se espera que cada participante muestre los principios católicos de juego limpio, cortesía, autocontrol y deportividad para el equipo o la escuela contraria. Estos principios no serán sacrificados por el deseo de ganar. Es fundamental para la escuela anfitriona en cualquier competición atlética el deber de tomar todas las medidas posibles para asegurar un trato cortés, amistoso y justo a los jugadores visitantes, a los funcionarios de la escuela, a los espectadores y a los árbitros del juego.

Finalidad de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas

Una escuela católica considera que su participación en los programas de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas es una dimensión de su ministerio. La existencia la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas dentro de un programa escolar, y el sacrificio y gasto que conlleva, solo se justifica si esta logra que sus participantes se conviertan en mejores católicos. En los programas de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas no se hace hincapié en el número de partidos ganados o perdidos, sino en la actitud de los participantes ante la victoria o la derrota. Aprender a perder es tan importante como aprender a ganar. Aprender a ganar con amabilidad es más importante que la propia victoria.

Los programas de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas están al servicio de las necesidades de todos los jóvenes. Permiten a los jóvenes talentosos sobresalir, y a los menos talentosos participar y mejorar.

      • Los atletas y equipos “estrella” no reciben atención exclusiva.
      • Los principios del juego limpio y la deportividad rigen cada partido o evento.
      • Todos los participantes deben tener el respeto de los miembros de su propio equipo y del equipo contrario.
      • Los competidores deben considerar a los oponentes como amigos, no como enemigos.
      • Los participantes de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas deben tener un espíritu de lealtad a las ideas de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas, a la escuela, al entrenador
        y al equipo.
      • Los participantes de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas deben aprender a ser pacientes y tolerantes con los que tienen menos habilidades.
      • El lenguaje y las acciones deben reflejar los valores católicos.

La principal responsabilidad del éxito de los programas de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas recae en los adultos implicados, que deben recordar que el programa existe para el crecimiento cristiano de los jóvenes. La conducta de los adultos debe ser siempre un modelo de valores y virtudes cristianas. Cuando los adultos olvidan el objetivo principal de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas, el programa se vuelve destructivo. Cuando los adultos permanecen fieles a los ideales cristianos de la Liga de Actividades de las Escuelas Católicas, ejercen un ministerio único y gratificante para los jóvenes con los que entran en contacto.

Para acceder al sitio web de la Liga Atlética de las Escuelas Católicas, haga clic en el siguiente enlace.